lunes, 16 de febrero de 2009

El espíritu de la colmena

España, año 1940. Primera postguerra. Dos niñas viven con sus padres en una mansión llena de recuerdos. La visión por parte de las dos crías de una película sobre Frankenstein las marca profundamente. En su mundo se mezclará, a partir de entonces, el monstruo de Mary W. Shelley con la realidad lacerante de la España de la época.

En 1973 Víctor Erice conmociona el átono panorama cinematográfico español con esta película, su primer largometraje. Rodeada de una fuerte polémica en el Festival de San Sebastián, donde se presenta, se convierte en seguida, sin embargo, en un clásico de nuestro cine al que hay que volver siempre para encontrar la maestría de uno de nuestros cineastas más personales y que hasta el momento sólo ha dirigido tres películas, una por década: ‘El espíritu de la colmena’, ‘El Sur’ y ‘El sol del membrillo’.



1 comentario:

Anónimo dijo...

En el contexto del fin de la dictadura franquista ( la película fue realizada en 1973), el realizador Victor Erice llega a contar una fábula espléndida sobre la infancia. La heroína de esta película, la pequeña Ana (interpretada magistralmente por Ana Torrent) se enfrenta a el mundo despiadado de los adultos donde reina la muerte. Por medio de la ficción y del cine, Ana crea un mundo imaginario para protegerse. Es pues gracias al poder de lo imaginario que Ana llega a hacer fracasar las trampas de la realidad.

Además, esta película es un reflejo del estallido de las relaciones entre los individuos. Es una familia donde los lazos son casi inexistentes. El padre se ocupa sólo de sus abejas y se encierra en su oficina para escribir un diario. La madre se refugia en la escritura de cartas enviadas a alguien sobre quien no sabemos nada. En cierto modo, Ana e Isabel son abandonadas, sin figura de autoridad para guiarles. Para prueba, la sola escena donde la familia es reunida occure solamente después de una hora.

La película me ha gustado mucho porque permite hacer varias diferentes interpretaciones. Obliga a el espectador a reflejar sobre temas importantes (la muerte, la dictadura, el poder de lo imaginario). Además, los actores son excelentes; sobre todo Ana Torrent con sus ojos mágicos.

Si quiere ver una película de un auténtico autor de cine, tiene que verla. La película puede gustar a las personas sensibles y personas que le gustan las películas en las que hay muchos planes fijos y poco diálogo. La recomiendo a todos, sobre todo las personas que le gustan El laberinto del fauno de Guillermo del Toro.