Tres generaciones de mujeres sobreviven al viento solano, al fuego, a la locura, a la superstición e incluso a la muerte a base de bondad, mentiras y una vitalidad sin límites. Ellas son Raimunda casada con un obrero en paro y una hija adolescente. Soledad, su hermana, que se gana la vida como peluquera clandestina, y la madre de ambas, Irene que murió de forma misteriosa hace años. Sólo cuando el fantasma de Irene empieza a manifestársele a Sole con una cotidineidad desconcertante, comienzan también a entrelazarse pasado y presente, secretos y mentiras, muerte y vida...
Volver no es una comedia surrealista, aunque en ocasiones lo parezca. Vivos y muertos conviven sin estridencias, provocando situaciones hilarantes o de una emoción intensa y genuina. Es una película sobre la cultura de la muerte en Castilla La Mancha, tierra natal de Almodóvar, tal y como explica el director: “Mis paisanos la viven con una naturalidad admirable. El modo en que los muertos continúan presentes en sus vidas, la riqueza y humanidad de sus ritos hace que los muertos no mueran nunca.”